La racha de seis jornadas del Elche Club de Fútbol sin perder se truncó en el estadio del R.C.D. Espanyol que se impuso por dos tantos a cero. Es cierto que el conjunto ilicitano lo intentó, pero estuvo errático en la dos áreas.
Sin embargo, no se puede pasar por alto el exceso de dureza del Espanyol, en especial en la primera parte. En el minuto tres Calero realizó una entrada muy peligrosa sobre Mourad que el colegiado madrileño, Moreno Aragón, sólo castigó con una cartulina amarilla. Esa acción mereció una roja directa y la expulsión del central blanquiazul. Por tanto, fue una decisión que condicionó el choque.
También merece un capítulo especial Gragera que realizó tres faltas en el primer tiempo merecedoras de tarjeta y sólo vio una amarilla en el minuto 63. La consigna del nuevo entrenador del Espanyol, Luis Miguel Ramis, era meterle la máxima intensidad al partido y procurar intimidar al rival, aunque el Elche peleó con bravura, pero es verdad que lo hizo sin acierto. Lo que está claro es que el árbitro estuvo permisivo con un Espanyol que solventó el duelo con dos goles de Braithwaite en la primera mitad.
Algo más de un centenar de seguidores franjiverdes apoyaron a su equipo en el Stage Front Stadium que congregó a diecinueve mil espectadores. Un tropiezo que no debe mermar la confianza del equipo. El técnico del Elche, Sebastián Beccacece, dijo tras la derrota que habló al descanso con el árbitro quejándose de las reiteradas faltas del Espanyol. Un Beccacece que también admitió que «nos faltó defender mejor y ser más contundentes en ataque. No se puede negar el esfuerzo de los jugadores, que lo intentaron, pero tenemos que seguir mejorando y corrigiendo algunos desajustes».