El pasado martes, 12 de septiembre, cerca de 70 voluntarios de la campaña Rastros en la Arena acompañó al mar a las últimas tortugas bobas que habían sido custodiadas en la playa del Carabassí desde el 28 de agosto hasta el sábado 2 de septiembre. Este último día, el equipo coordinador decidió desmontar el dispositivo de voluntariado que lo cuidaba por las adversas condiciones atmosféricas debidas a la DANA.
Este martes fueron soltados treinta y seis neonatos, que forman parte de las 48 tortugas que, con el fin de garantizar su viabilidad, se decidió trasladar al Oceanogràfic de València el domingo 3 de septiembre. Mientras, las otras 29 fueron liberadas esa misma noche en la Gran Playa de Santa Pola, donde las condiciones del mar, ya remitiendo el temporal, eran más favorables.
Desde el equipo de coordinación de Ecologistas en Acción, la ONG Xaloc e instituciones académicas, destacan el doble el éxito de esta campaña. Por un lado, el de la puesta: de los 78 huevos que eran custodiados en el Carabassí, 65 recién nacidos ya nadan por el Mediterráneo y siete esperan alcanzar cierta madurez en el Oceanogràfic de Valencia para ser liberados el año que viene. Y, por otro lado, la implicación de las más de cien personas que han formado el grupo de voluntariado y la respetuosa curiosidad de las personas que se han acercado al dispositivo instalado cerca del nido.