La afición del Elche C.F. no merece esta pesadilla, este calvario en el que se ha convertido la temporada del Centenario de su amado Club. Algo más de 200 seguidores franjiverdes se levantaron a las 4:30 de la madrugada del sábado para viajar en autocar y dejar bien claro su cariño incondicional por la franjiverde.
Por supuesto que el Elche está por méritos propios en el último puesto de la clasificación. Han sido únicamente 6 puntos los que han sumado los ilicitanos en toda la primera vuelta. 19 jornadas sin conocer la victoria. Sin embargo, los errores arbitrales han privado al Elche de sumar entre 7 y 8 puntos más. En este partido el colegiado riojano Soto Grado mostró cartulina amarilla a Pedro Bigas por derribar a En-Nesyri tras un mal control del central franjiverde.
El árbitro aplicó su criterio en una jugada que debía sancionar él y no el VAR. Además, el jugador del Sevilla tenía muchos metros por delante hasta la portería de Edgar Badía y Diego González también podía llegar al cruce en esa acción, pero su ayudante del VAR, el castellano-leonés González González, le pidió que chequeara la jugada. Algo que no debió hacer porque era una acción que ya había arbitrado Soto Grado aplicando su criterio, que para eso es un colegiado de Primera División.
El VAR no llegó para esto, para machacar a un equipo tan golpeado por todos lados como el Elche C.F. Bigas, a pesar de su torpeza en esa jugada, no debió ser expulsado con roja directa. En resumen, dolor, desolación e impotencia con esta temporada tan decepcionante. ¿Qué hará el propietario del Elche, Christian Bragarnik, con todo lo que está ocurriendo? ¿Hará público un comunicado con todas las decisiones del VAR y de los árbitros que han perjudicado al Club? ¿Bajará el dedo pulgar de su mano derecha, o de la izquierda, y despedirá a Pablo Machín? Ojalá esta Liga terminase ya. Un Centenario tremendamente amargo.