La catástrofe futbolística del Elche C.F. parece no tener fin. El buen inicio del conjunto ilicitano con la presencia del secretario técnico del Club, Sergio Mantecón, como entrenador interino fue un espejismo. Álex Collado remataba al poste en el minuto 3, Pol Lirola firmaba el 1-0 en el 16 tras un pase de Collado y un minuto después Pere Milla conectaba un cabezazo que repelió el larguero y que pudo ser el 2-0.
Toda esa energía e intensidad de los primeros minutos se quedaron en nada en cuanto el Girona de Míchel se adueñó del balón y se puso a jugar al fútbol. El equipo que dirige Míchel Sánchez lo hizo de maravilla, tal y como se pudo comprobar en un Martínez Valero que congregó a 17.339 espectadores. En el minuto 31 el colegiado asturiano González Fuertes anuló un tanto al visitante Romeu por una falta en ataque. Una decisión muy protestada por los gerundenses.
En el 38 llegó el gol del empate. Toni Villa puso un centro desde la derecha, Javi Hernández la puso al palo opuesto e Iván Martín de cabeza hacía inútil la estirada del portero del Elche, Edgar Badía, una vez más el mejor de su equipo. En la segunda mitad llegó el enésimo naufragio del conjunto ilicitano. Mantecón no pudo solucionar lo irremediable. En el minuto 65 Tati Castellanos puso el 1-2 definitivo tras una magnífica acción de Arnau por la banda derecha. Un Girona que malogró varias ocasiones para sentenciar. La afición del Elche abroncó a los suyos a la conclusión del encuentro.
Sergio Mantecón tiene que rastrear ahora el mercado para encontrar un entrenador que acepte el descomunal desafío de intentar reflotar a un grupo que es una caricatura de equipo. El propio Mantecón reconoció tras la décima derrota en la Liga que «hay que reconocer que no nos da el nivel para competir en Primera División. No he sentido vergüenza, pero impotencia sí. Todos somos responsables de esto». Por su parte, Pere Milla no puso paños calientes y declaró que «no puede ser que hayamos tenido 4 entrenadores. Hemos hecho el ridículo en 14 jornadas y tenemos que hacer mucha autocrítica».
