Las familias del colegio Miguel de Cervantes han vuelto a concentrarse esta mañana a las puertas del centro para protestar por las obras que se están desarrollando en la cubierta del edificio después de la retirada del fibrocemento. Con cascos y pitos han mostrado su malestar porque los trabajos se están realizando durante la actividad escolar por lo que muchos padres y madres han decidido no llevar a clase hoy a los menores.
La portavoz del AMPA, Sonia Gómez, ha asegurado que tan solo han acudido al colegio un centenar de estudiantes, de los casi 500 que están matriculados en el centro. Aun así, Gómez ha explicado que se han tenido que trasladar al patio para evitar que convivan con el ruido de los trabajos de hormigonado donde, según ha alertado, han estado cayendo pequeños cascotes durante la mañana por lo que se ha tenido que acordonar la zona próxima al muro.
María José, otra de las madres del centro, ha añadido que consideran que las obras son un peligro para el equipo docente y los estudiantes. También ha insistido en que el personal de la obra no está cumpliendo con las medidas de seguridad adecuadas. María José ha reclamado que se reubique a los alumnos y alumnas hasta que finalicen los trabajos. Una petición que también ha hecho Nerea que se ha quejado de que no están recibiendo la información que acredite que las obras son seguras.
Por su parte, Leo Pomares de Comisiones Obreras ha insistido en que no puede haber actividad en el centro mientras se están realizando las obras. De hecho, ha apuntado que han dado cuenta a la Policía Local para que haga un informe sobre la seguridad del alumnado y los trabajadores de la obra para valorar una posible denuncia ante la inspección de trabajo.
Por otra parte, Sonia Gómez, ha señalado que todavía no se han incorporado todos los monitores del aula UECO de educación especial. Gómez ha aclarado que hoy ha firmado uno de estos educadores pero que del segundo de los profesionales que tiene que sumarse a la plantilla todavía no saben nada al respecto.