El sector llegado de diferentes puntos de España ha repartido bocadillos de calamares como acto para denunciar la acción legislativa de la Unión Europea
Los pescadores de Santa Pola han repartido este lunes en Madrid bocadillos de calamares en un acto simbólico con el que han querido reivindicar su presencia en las protestas de los agricultores, además de poner sobre la mesa la necesidad de aumentar el consumo de pescado. El sector, que no ha querido quitar protagonismo esta jornada de protestas al resto de productores, ha reivindicado su presencia con pancartas y todo tipo de indumentarias.
Más allá de los bocadillos, los pescadores, llegados desde Málaga, Santa Pola, Galicia y, en general, desde todos los puntos del país han compartido su malestar por una situación que les está llevando a muchos a cerrar. La presencia de este sector en las protestas denuncia que la acción legislativa de la Unión Europea está acabando con el sector pesquero por una «obsesión medioambiental» que, dicen, no tiene en cuenta las cuestiones sociales y económicas.
Además, el sector ha denunciado que viven una situación de acoso y derribo por parte del Ministerio de Agricultura y Pesca y la Guardia Civil. Aseguran que tienen un problema muy grande con la inspección de buques, porque indican que les reclaman «cosas incoherentes e innecesarias» que les conlleva costes de muchísimo dinero al tener que llevar el barco a varadero y tenerlo parado. La alcaldesa mantuvo la pasada semana una nueva reunión con el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola, para apoyar y facilitar las gestiones con otras administraciones.