El Jardín de las Víctimas del COVID, inaugurado recientemente junto al Cementerio Viejo, acogió el acto de recuerdo a los afectados por la pandemia, que el 14 de marzo cumple tres años del decreto del Estado de Alarma. Al acto han asistido representantes de diferentes colectivos y entidades que participaron en hacer frente al Coronavirus en Elche. Juntos han ido introduciendo en una cápsula del tiempo diferentes elementos relacionados con la enfermedad como mascarillas, guantes, gel hidroalcohólico o memorias USB con información de los meses más duros de la pandemia.
Este cofre se ha enterrado al lado de un monolito que ha destapado el alcalde de Elche, Carlos González, en el que se muestra «el recuerdo a las víctimas y afectados de la COVID-19 y en agradecimiento a las personas que han ofrecido su trabajo y su solidaridad en beneficio de todos los ilicitanos e ilicitanas». González ha indicado que este acto complementa al que ya se realizó el 17 de noviembre de 2021 en la Plaza de Baix. El alcalde ha destacado que el jardín debe servir para recordar el esfuerzo que tantas personas realizaron durante la pandemia.
También ha participado Fran Caballero que perdió a su pareja a causa de la enfermedad. Con sus palabras ha querido recordar a su novia Ainhoa y a las más de 300 víctimas que dejó el Coronavirus en Elche. Caballero ha insistido en que el Jardín de las Víctimas del COVID será «un lugar perfecto» para homenajearles.
Por otra parte, Diego Miñano, ha contado las graves secuelas que le dejó la enfermedad. Miñano ha indicado que después de estar hospitalizado por el Coronavirus, su vida no es la misma porque su mente está bien, pero su cuerpo no. Ha aclarado que a menudo su vitalidad se ve interrumpida por dolores que lo le permiten funcionar con normalidad.
El jardín ya está abierto a la ciudadanía, con una superficie de más de 17.000 metros cuadrados, con lo que se busca culminar la integración del cementerio con el barrio de Carrús, suprimir y regenerar un espacio degradado que ahora también servirá para homenajear a las víctimas de la pandemia del Coronavirus.