Los regantes y agricultores se preparan para mostrar este miércoles 11 de enero su repulsa a la política hídrica del Gobierno central. La previsión es llegar a las 11 de la mañana a las puertas del Ministerio de Transición Ecológica, el MITECO y estacionar en el paseo de la Castellana 50 camiones y cabezas tractoras como parte visible de la protesta por el recorte en el Tajo-Segura.
El Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) también ha programado salida de varios autobuses para el traslado de los participantes hasta Madrid y hacerse oír. Mantiene que el ministerio busca «desactivar el trasvase» con el incremento gradual de los caudales ecológicos contemplados en el nuevo Plan del Tajo para los próximo cinco años. Lucas Jiménez, presidente del SCRATS, insiste en que una decisión política sin criterio técnico.
Los promotores de la convocatoria, recuerdan que las medidas del ministerio supondrán una pérdida de 27.300 hectáreas de regadío en Alicante, Murcia y Almería, 15.300 empleos en el Levante y hasta 5.600 millones en pérdidas de valor patrimonial.
Mientras, la organización agria Jóvenes Agricultores-ASAJA Alicante, también en esa movilización, pide la destitución de la ministra Ribera por «faltar a la verdad» cuando habla de un nuevo decreto para afrontar el precio del agua desalada, algo «taxativamente» prohibido por Europa, dicen.
Los movimientos del Gobierno comprometen «muy seriamente» la mayor producción hortofrutícola de Europa, pero también el futuro de otros sectores alicantinos como el turístico y el empresarial ante el escenario de incertidumbre que se abre al no contar con agua de calidad precio asequible.
No se puede condenar el futuro de la provincia con decisiones unilaterales que no responden a ningún criterio técnico, dice José Vicente Andreu, presidente de ASAJA. El llamamiento es a toda la ciudadanía. «Nos va el futuro en ello».
