El Elche Club de Fútbol demostró que tiene argumentos ante un rival tan cualificado como el Levante, pero si te falta el gol estás condenado al sufrimiento. Los ilicitanos tuvieron el balón y gobernaron el partido ante la desesperación de la afición franjiverde que contemplaba con estupor como su equipo sigue mostrándose errático ante la meta rival.
El estadio Martínez Valero congregó a 15.660 espectadores, de los que 1.200 eran levantinistas. El conjunto granota tuvo que emplearse a fondo en defensa ante un Elche que buscó la victoria con bravura, pero sin el premio de los tres puntos que sin duda mereció. Al final empate a cero y reparto de puntos. Ya lo dice un viejo apotegma futbolístico: «sin gol no hay paraíso».
El entrenador del Elche, Sebastián Beccacece, cambió de portero. Miguel San Román se estrenó en la Liga y dejó en el banquillo por primera vez esta campaña a Edgar Badía. También regresó al once titular Mario Gaspar, libre ya de sanción, que firmó una gran actuación exhibiendo jerarquía y solvencia como central, una posición que no es la suya. El portero del Levante, Andrés Fernández, salvó a su equipo con tres paradas de muchos quilates a remates de Nico Castro, Fidel y Mario Gaspar.
Además, en otra jugada soberbia de Nico Fernández el propio Fidel remató con el meta ya batido, pero Álex Valle evitó el tanto del Elche en la misma línea de gol. Una de las notas positivas fue el debut esta temporada del canterano franjiverde Rodrigo Mendoza. Un centrocampista de 18 años con mucha personalidad que tiene muy buenas maneras. El murciano es un auténtico «diamante en bruto» que Beccacece tiene pulir y moldear para bien del equipo. Un Beccacece que tras el empate manifestó que «si la afición cree, nosotros también seguiremos creyendo e insistiendo en nuestra idea. Hay que agradecer el apoyo incondicional de nuestra gente. Estamos deseosos de darles alegrías». El Elche no para y este miércoles 4 de octubre jugará a las 21:30 horas en El Molinón contra el Sporting de Gijón.
