Nicolás Ezequiel Fernández Mercau, nacido hace 23 años en Buenos Aires y más conocido como Nico Fernández, llegó la pasada campaña al Elche Club de Fútbol con mucha humildad, pero ya se ha convertido en uno de los indiscutibles para el técnico, Sebastián Beccacece.
Fuera del terreno de juego es un muchacho tímido, discreto y poco hablador. Sin embargo, cuando se enfunda la franjiverde se transforma. Su pundonor, su casta y su polivalencia le han convertido en uno de los preferidos de la afición ilicitana.
La pasada jornada fue capaz de poner en pie a los aficionados del Martínez Valero que acabaron coreando su nombre. El Elche ganaba 1-0 al Leganés y las manecillas del reloj, tan lentas cuando vas por delante en el marcador, señalaban el minuto 92. Pues bien, Nico corrió de un lado al otro del área rival para dificultar la salida del Leganés y además provocó un saque de esquina a favor de su equipo. Además, logró arañar así unos segundos de oro. El encuentro se alargó hasta el minuto 98.
Esa demostración de raza y poderío puso en pie al estadio franjiverde que vitoreó a Nico Fernández. Casi pareció la celebración de un gol. Impresionante. El argentino ha admitido que «cuando la afición me vitoreó me llegó al alma; fue un momento único. Estoy muy agradecido a la gente por el trato que me dan. Estoy muy contento y viví ese partido ante el Leganés con mucha felicidad».